viernes, agosto 26, 2005

A no confiarse

Anoche puse el despertador para sonar a las 7 am, como hago todos los dias anteriores a los martes y viernes. En efecto, sonó, y tan pronto como pude alcanzarlo dejó de sonar. De allí en adelante se ocupaban los típicos "5 minutos más", para los cuales me puse boca abajo (posición en la que no puedo dormir). Fue muy ingenuo de mi parte; de pronto me despierto bruscamente y veo que son las 8:22, es decir 8 minutos antes de la clase de obligaciones. Vivo cerca de la Facultad de derecho (unas 7 cuadras) pero a paso normal no puedo llegar en tan poco tiempo. No obstante salté de la cama como los gatos cuando se asustan, mee, me vestí y salí corriendo como una gacela maraca. 8:32 estaba jadeante en el aula 24, sin que hubiera llegado todavía la profesora, que recién se hizo presente 8:40.
Conclusión: Aunque intenté enmendar mi cagada, de todos modos la hubiera terminado enmendando otro. A contrario sensu, en 2 minutos también podrían haber tomado lista y perder yo el presente. Con puro voluntarismo no alcanza. "Yo todo lo puedo, depende de mí". Eso no existe, a veces se hace lo que mejor se puede y el mundo termina siendo un entramado de cagadas que se yuxtaponen y ahí puede salir un efecto medianamente favorable para uno.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que verguenza esa gente que anda con trabas! DEGENERADOS!!!
Iba en un taxi rumbo a esa alta casa de estudios, llegando muy justo para el parcial cuando el carro empieza a tirar humo por todos lados. Me baje y corri a toda velocidad rumbo al aula 47. Con los bofes afuera y rostro desquiciado llegue. Oh! Dicha mia llegue y todabia no llego el profesor! A lo cual le precedio una espera de 80 minutos hasta que arrivo docto iluminador.