sábado, abril 04, 2009

La historia vista desde distintos lados



Conseguí algunos libritos, unos no tan "itos". De todos leí por lo menos un capítulo. Breve comentario para cada uno.

Europe: A history de Norman Davies.
No habiendo funcionado, según el autor de No simple victory, los anteriores intentos ajenos de formular una eurohistoria concentrada en un único volumen, manos a la obra, aquí va el suyo. Davies es crítico de la idea de subsumir la historia general de Europa dentro de las chovinistas historias nacionales de los países de europa occidental, muy a la ligera llamados "occidente", ese microcosmos excluyente del este de Europa.
Lo ambicioso de la propuesta de abarcar tanto tiempo y espacio no le impide tocar de todo ni perforar con cierta profundidad; incluso le queda lugar para la reflexión más bien personal donde, esquivando los juicios absolutos, trata de poner las cosas en perspectiva. Y es que son casi 1400 páginas, de las cuales las 120 finales incluyen un apéndice repleto de mapas, infografías, estadísticas, cuadros, tablas, listados, cronologías, etc.
Intercalados a lo largo de todo el texto hay "cápsulas" (300 en total), o mini-entradas de exposición de una o dos carillas sobre algún asunto desprendido de la narrativa principal, casi como si cliqueáramos un link auxiliar. Así, a modo de ejemplo, en el capítulo sobre la prehistoria vemos una cápsula de una carilla y media sobre la Venus de Laussel, posible vestigio de las sociedades matriarcales. Muy a mi gusto, Davies no tiene drama en meterse a elucidar sobre lenguaje, geografía, clima, arte, religión ni escatima en enseñar y confrontar hipótesis instaladas. La tarea está puesta en dar con las grandes líneas generales de la historia, sin prescindir de los hechos y sin dejar en el camino a regiones enteras.


The Pursuit of Glory: The Five Revolutions that Made Modern Europe: 1648-1815 de Tim Blanning
Detallada radiografía de la vida en Europa durante la segunda mitad de la modernidad, desde la paz de Westfalia hasta el congreso de Viena. En el primer capítulo abundan datos sobre las (dificultosas) comunicaciones en la época, las enfermedades, hambre, guerras y demás azotes sensibles a la demografía, muchas veces narrados por testigos, sobre todo viajeros. El trabajo documental de haber recopilado y seleccionado los testimonios es monumental.


American Colonies: The Settling of North America de Alan Taylor
Lo de este historiador norteamericano (todos los demás son ingleses) me ha atrapado por lo crudo y humano del relato. A diferencia de la historiografía/mitología tradicional que ubica el comienzo de norteamerica en las fundaciones de Jamestown con John Smith (1607) y Plymouth (1620) con los Pilgrim, Taylor arranca con el periplo de algunas decenas de familias asíaticas hacia el nuevo continente en la glaciación. Nos enteramos de cómo la presencia humana modificó el medio en una relación no-tan-armoniosa con la naturaleza. Por ejemplo, América poseía caballos y camellos, pero las cacería los extinguió antes conseguir domesticarlos.
Antes de poner un pie los ingleses en Roanoke, se explica largamente el desequilibrio provocado por la traumática llegada de los españoles, con poblaciones desplazadas por el saqueo y diezmadas por las enfermedades; hay especial atención a la sicología y modo de vida indígina, como de los españoles, franceses, holandeses, en fin, si algo extraemos de las primeras 120 páginas, es que los vecinos tambien existieron.
Aparte de los recién nombrados, posteriormente el colono inglés desconfiaría de los esclavos negros por el temor a una revuelta. Sin olvidar el ingrediente de la complementariedad económica, se generó una solidaridad más o menos natural entre los colonos norteamericanos hombres, blancos, libres y anglosajones, a pesar de tener entre ellos marcadas diferencias de estatus y riqueza, en especial en los latifundios de la bahía de Chesapeake. Como se suele decir, a estos colonos no los unió tanto el amor sino el espanto. La oligarquía local -aún en la teocrática Nueva Inglaterra- supo ganarse la legitimidad mejor que el distante gobierno real, cada vez mirado mayor con recelo, y desde allí el camino queda abierto hacia la independencia. Por cuestiones de espacio no incluyo otras ideas fuerza, como por ejemplo que las canarias fueron el laboratorio donde España ensayó previamente la colonización, tal como lo hizo Inglaterra con Irlanda.

The Rise and Fall of the British Empire
de Lawrence James
A una escala más global, Lawrence James rastrea los avatares de la pujante expansión colonial y comercial británica más en función de la metrópoli. Como en los demás libros, las enfermedades están siempre al acecho. Pero no importa, porque las colonias y sus colonos -en su mayoría siervos y esclavos- se pueden rellenar y sustituir sin que la renta sufra demasiado, máxime con superpoblación y creciente urbanismo en Inglaterra. Básicamente, las colonias proporcionaron una válvula de escape a los problemas domésticos; fueron canal de ingreso a mercaderías redituables, y, con suerte, incrementaron la recaudación y el poder global.

The Federalist Papers, de Hamilton, Madison y Jay. ¿Qué se puede decir de este clásico? Por ahora nada.

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